Creo que nos va ir muy mal en La Haya. Me fundamento en que Perú tiene con nosotros los chilenos una relación parecida a la de los detenidos desaparecidos con el Gobierno Militar y sus responsables. Por eso, lo más probable es que los jueces de la Corte Internacional procedan tal como nuestros jueces, dándole en la cabeza al supuesto agresor (el ganador de la guerra cuyas conversaciones de paz dieron lugar a los tratados que se reclaman y a los convenios siguientes que se discuten), en este caso Chile. Ya se asemejan conceptualmente los alegatos de los defensores en un caso y de los reclamantes en otro, en tanto reescriben la historia y en cuanto aprovechan el contexto político en que los tribunales tienen que moverse en uno y otro asunto.
¿Qué tienen que ganar los jueces de La Haya si nos dan la razón? ¿ Y qué podrían perder si no nos la dan? “That is the question”, habría dicho el Príncipe de Dinamarca: a los Jueces Internacionales les sale más barato perjudicar a un país poco popular (porque los chilenos no somos populares) regido por un gobierno de derecha (sobre todo si un fallo adverso le puede complicar el panorama electoral el 2013), que hacerlo con Perú, donde un presidente de izquierda está aproblemado y necesita un empujoncito en su popularidad.
Y conste que ni siquiera estoy pensando en que la cosa vaya a ser juzgada en derecho, no sólo porque desde hace muchos años tengo la peor idea posible de la justicia, de sus mecanismos y de sus hombres, sino porque en materia de relaciones internacionales lo que manda es el contexto y no la verdad. Con el antecedente de nuestro silencio en el caso de Laguna del Desierto, los Jueces de la Haya necesariamente van a pensar que si fallan en nuestra contra volveremos a quedarnos callados. Y pensarán, también, que estando Humala con serios problemas políticos internos, si el Perú pierde, él y la izquierda peruana podrían tener problemas. Eso sin contar con que pensarían que de perder, alguien en Perú podría tener la tentación de aprovechar la situación para promover alguna aventura que asegurara una ganancia de los ultra nacionalistas. Y los jueces internacionales valoran la paz más que nada en el mundo, ya que viven de ella. Usted comprenderá que en una situación de conflicto, el tribunal de La Haya no se asomaría siquiera. Si la justicia internacional funcionara realmente, habríamos tenido tribunales de Nuremberg en 1935.
Incluso en derecho, me parece, tendríamos problemas, por más que nuestros argumentos sean verdaderos. Eso porque las cosas no son lo que son, sino como se ven y mirando el mapa y el famoso paralelo, la opción de una solución equilibrada resulta sumamente atractiva. El punto complicado para nosotros porque en casi todas las alternativas, Chile sale perdiendo y la única en que no—que La Haya nos de la razón en todo—se ve difícil por todo lo dicho previamente. Que perdamos tiene consecuencias en las relaciones internacionales futuras con todos nuestros vecinos, incluso con el mismo Perú, por aquello de que si te gané en esta, puedo ganarte en esta otra. Ya se han anticipado los bolivianos al hablar de recurrir a La Haya por su acceso al mar y Argentina presionará en el asunto de los Campos de Hielo. Y repito, el asunto tiene no pocos alcances internos por la inminencia de la elección de 2013, donde el fracaso se le cobraría a la derecha por cincuenta años y donde no sería nada de raro que se pretendiese juzgar a los responsables y es seguro, habría montones de jueces dispuestos.
Va a ser muy interesante analizar la actitud de la oposición, que tendrá que ponderar el interés nacional y el interés político. Vamos a ver, muy seguramente, una prudente toma de distancia y un cuidadoso y medido esfuerzo por apartarse de los compromisos y las responsabilidades. Si Chile pierde, va a hacerlo todo por responsabilizar al gobierno y si gana, va a esforzarse por participar del triunfo. Me muero de curiosidad por saber qué diría el diputado Andrade en uno u otro caso.
Muy buen puto de vista. Concuerdo plenamente. Y no me extranaria que no solo la izquierda peruana este "moviendo hilos", creo que nuestros propios izquierdistas son capaces de actuar en contra del país para lograr sus intereses, después de todo, no seria la primera vez que lo hacen.
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