lunes, 30 de enero de 2012

ENSAYO REALIZADO

No se porqué  se hacen tanto problema con eso de tener en Chile un régimen semi presidencial. No se porqué tienen dudas. Ya tuvimos uno, que si bien no fue demasiado maravilloso, funcionó con cierta dignidad (salvo la madrugada del terremoto). Porque me refiero, naturalmente,  al período presidencial de la Sra. Bachelet.

¿Quién puede discutir que ella era, más que jefe de gobierno, una figura protocolar? ¿Quién puede negar que entre Velasco, Pérez Yoma, Vidal y algunos (as) más en las sombras llevaban el pandero? ¿Quién puede desconocer que el misterio de su popularidad sostenida se fundamentó, precisamente, en que la ciudadanía la miraba más como símbolo (vaya a sabe Ud. de qué) que como figura política? Y digo eso con realismo, sin desconocer su mérito ni su encanto.

Mire Ud. un análisis bien simplista: el nuevo padrón electoral va a fluctuar entre nueve y doce millones de electores como máximo, es decir, unos cuatro millones de electores más que ahora. Si Ud.  lo divide por 85.000,  le da algo así como 140 diputados y si lo divide por 170.000, le da unos 70 senadores. Luego, si Ud. ajusta los territorios electorales de norte a sur del país a esos números, podría tener los distritos y circunscripciones adecuados y similares en representación. Los habría chicos en las grandes ciudades y extensos en las zonas menos densas, pero con gravitación similar. Ganar en un sistema uninominal demandaría unos 43.000 votos para un diputado y 86.000 para un senador, bastante más digno que ser elegido, como es ahora en algunos distritos, con unos pocos cientos de votos y porcentajes muy bajos. ¿Qué de malo tiene eso? Claro que significaría un rompimiento de los feudos electorales existentes y de las canongías establecidas en materia de diputaciones y senaturías, pero sería en beneficio de la representación  democrática. ¿Y no es eso lo único que debería importar?

Y si el cambio de sistema significa que nos libremos de los aventureros, apitutados, aprovechados, demagogos y mediocres, ¿no sería una doble ganancia?

Ahora, ¿cómo podríamos hacer opinión en este sentido Ud. y yo? ¿De qué manera podríamos hacer oir nuestra voz? ¿Por los actuales medios y canales de la información? ¿A través de los propios diputados y senadores que se verían afectados? ¿Con el concurso de una prensa obsecuente y voluble? Creo que sólo se podría hacer a través de las redes sociales y reuniendo a la gente en manifestaciones públicas.

Si está de acuerdo con este planteo, expréseselo al vecino, coméntelo con el taxista, arguménteselo al conocido eventual, divúlguelo, grítelo, haga ruido, cree molestia, suba presión, o nunca nos sacaremos a estos come dietas de encima.

sábado, 28 de enero de 2012

NECESIDADES DE LA EMPRESA

Ayer despidieron de su trabajo a un amigo y colega de gran prestigio y calidad profesional, con el manido fundamento de la conveniencia de la empresa, todo ello de acuerdo a lo establecido en el artículo 161 del Código Laboral. ¡Toda una sorpresa, máxime cuando era muy bien considerado y detentaba un cargo de elección que,  se podía suponer, le otorgaba algún fuero, así fuera por respeto a quiénes lo habían votado! Incluso había sido postulado a la dirección, perdiendo por escaso margen y en medio de un proceso electoral caracterizado por ciertas peculiaridades raras.

A diferencia del sector público, donde un despido debe seguir un proceso regular—generalmente un sumario—y tener una justificación sujeta a prueba, en las entidades privadas  un despido es simplemente un acto de voluntad que puede ir desde una cuestión justificada a la arbitrariedad más completa. Se puede prestar, entonces para una diversidad de fines que alcanzan, desde una efectiva mejora de la empresa a un despeje de eventuales competidores, pasando por toda la gama de los más sucios manejos que uno se  pueda imaginar.

Desde luego una circunstancia de este tipo no resulta apropiada para las buenas  relaciones y el clima laboral, que se deteriora al mismo tiempo que se quiebran   las confianzas, se debilitan los entusiasmos, se acumulan los rencores, se debilitan las estructuras y se diluyen los ideales.

Recuerdo cuando,  hace ya muchos años,  en mi Escuela Universitaria  ocurrió un hecho parecido, que involucró circunstancias políticas y personales complicadas: un quiebre político que separó a la escuela en dos cuerpos funcionando en locales separados. La situación  permitió que la facción oficialista pusiera término a una serie de contratos de la facción rebelde, con el expediente de sumarios por inasistencia e incumplimiento en su local de las obligaciones laborales que aquellos cumplían en el suyo. Con ello se terminó definitivamente el problema, pero se rompió de paso la armonía que antes reinaba  aún entre opositores, se produjo el quiebre de viejas amistades y se abrió definitivamente una brecha por  la que los estudiantes, espectadores bastante pasivos, terminamos perdiendo más que nadie.

En estos casos, alguien pierde, siempre alguien pierde y rara vez son los que mandan.

miércoles, 25 de enero de 2012

EPPUR SI MUOVE

Me veo obligado a romper mi ritmo de escribir día por medio, pero la tentación supera al orden. Con un tema tan atractivo, ¿qué más se puede hacer?

Como a Galileo la Inquisición, a Carlos Larraín la UDI. No resulta nada de extraño, si tomamos en cuenta el trasfondo doctrinario y confesional del citado partido. Como el sabio, abjurando de sus descubrimientos y teorías cosmológicas frente al tribunal de la fe,  don Carlos pidió disculpas por su acuerdo con la DC  frente a un equivalente del Santo Tribunal—ministros ceñudos en el Patio de los Naranjos—. Se notó la tensión: no hubo apretones de mano, no hubo sonrisas  y las caras tirantes de Coloma y los demás próceres presentes, dejaron en claro que la herida ha quedado abierta.  Falta por ver si como a Galileo, se le impone a Carlos Larraín alguna forma de retiro domiciliario permanente.  Queda pendiente, asimismo, el “eppur si muove” de don Carlos, que no dudo, será punzante, penetrante  y humorístico y que parece en los hechos, comienza a configurarse al continuar las conversaciones.

Es necesario reconocer que Larraín (don Carlos, porque todos los otros son  espantosamente fomes), llegó a la política como un soplo de aire fresco. Con su lengua afilada e instantánea, su sensata lucidez y su humor campechano demostró hasta qué punto faltaba la rapidez mental en un escenario político poblado por aparecidos, fantasmas y espantos. Demostró carácter y claridad y además gracia. Se necesita ser inteligente para manejar bien el humor. Demostró, asimismo, ser firme.  Ni siquiera los cargantes de Tolerancia Cero, con su “doble pensar”—como podría haber dicho Orwell—consiguieron amagarlo seriamente. Todo un personaje, todo un carácter, que uno entiende que no guste de Piñera,  los acartonamientos y las triquiñuelas.

Va a ser interesante observar cómo se las van a arreglar la Alianza y la Concertación, para anular lo que el acuerdo RN/DC echó a caminar. No les puedes gustar las propuestas de cambio  contenidas en el pacto, por muy generales y preliminares que sean,  porque los políticos siempre prefieren en statu quo y las posiciones estacionarias, incluso en medio de las revoluciones más movidas. Va a ser simpático, también,  ver cómo se las va a arreglar en gobierno para que parezca que la iniciativa nació en su seno. En cualquier caso, no  le va a ser fácil poner nuevamente en rumbo el barco que se salió de curso una vez más.

Nada de raro que el impasse genere otro cambio de gabinete. Puede  que sea  necesario   allegar nuevos ministros para reemplazar a aquellos más deslucidos. Siempre agrada a la hinchada que el DT cambie un par de jugadores cuando se va perdiendo. Le hace a la esperanza y al ánimo de equipo. Cuando sepamos sus nombres, sabremos  si se tratará   una mano de pintura o  de un refuerzo estructural. Lo malo, siempre en la jerga futbolística, es que la derecha parece haber agotado los cambios, fuera de que  ya no tiene mucha más gente en la banca.

martes, 24 de enero de 2012

¿ROBAR DEL CAPITAL O DE LAS GANANCIAS?


Mis padres eran Radicales activos de los antiguos, lo que me permitió conocer a muchos de los próceres venerados en esa tienda política como  fueron los Baltra, los Cuevas, los Durán y tantos otros, así como saber de sus debilidades y pecadillos, que eran muchos y variados.  Tal vez por eso nunca me gustó la política y crecí con una muy mala idea de todos los que se dedicaran a la actividad. Una idea que,  a la vista de la política actual llena de Girardis, Silvers, Pizarros,  Moreiras y Ascensios,  se ha visto reforzada. Además, he ido advirtiendo que todas las tendencias, cada cual  en su estilo y conforme a su doctrina, a la postre se las arreglan tanto cuando son gobierno u oposición, para quedarse con una parte significativa de los recursos sociales reduciendo ya sea el capital o  las ganancias.

Los mal hablados dicen que todos roban y que la diferencia entre izquierdas y derechas es sólo una cuestión de matiz y grado. Los izquierdista, menos avezados en los negocios y más estatistas, tenderían a robarse el capital; los derechistas, duchos en el emprendimiento y las finanzas, se inclinarían por robar de las ganancias. Los efectos serían, ciertamente  diferentes, ya que reducir el capital, afecta simultáneamente la base productiva y las ganancias potenciales, en tanto reducir las ganancias teóricamente deja el capital intacto. Y como el que roba es también el capitalista, dicen, es menos perjudicial. Desde mi punto de vista, es robo igual.

La pregunta que surge es: ¿qué mecanismo de la política favorece el robo, sea por una vía o por la otra, en otras palabras, por parte de las izquierdas o las derechas? Luego de mucho pensarlo he llegado a una conclusión que, me parece, Ud. puede compartir: es el distanciamiento entre la masa de las personas comunes y corrientes y la elite política que está implícito en el sistema político y en organización de los poderes públicos. De la manera más simple aludo a la separación que el sistema genera entre el elector indocumentado y el representante elegido; a la distancia que media entre el ciudadano inconforme  y el funcionario indiferente; al abismo que existe entre las aspiraciones y los logros…Complete Ud. la lista.

Luego ¿Cómo se puede reducir ese distanciamiento? No lo se bien, pero le pongo un ejemplo: si los jueces y fiscales se eligieran popularmente, es cierto que se generaría  todo un sucio juego de política chica, pero los jueces y fiscales se preocuparían de su desempeño mucho más; si los Diputados se jugarán por una sola plaza por distrito y los Senadores por un solo curul por circunscripción, claro que algunas minorías podrían quedar excluidas temporalmente, pero los elegidos se preocuparían mucho más de lo que quiere la gente y menos de lo que quieren los partidos.

A la postre, o tenemos más democracia o nos conformamos con menos.

domingo, 22 de enero de 2012

¿QUÉ PASARIA CON LEYES “SOPA” Y “PIPA” NACIONALES?

La discusión en el congreso norteamericano de la ley SOPA (Stop Online Piracy  Act), orientada a proteger los derechos de autor—por ejemplo en contenidos relacionados a música, libros y películas—generó un alud de protestas en la red y en los medios, por las implicaciones que eventualmente esta ley y la PIPA (Ley de protección de la propiedad intelectual), podrían tener para la libertad de expresión.  El revuelo hizo que se postergara el debate por unos días, pero lo más probable es que finalmente ambas leyes se aprueben. No olvidemos que el pueblo norteamericano cree firmemente en la libertad, pero su gobierno no.

Qué terrible sería que el ejemplo fuese seguido en Chile por iniciativa de aquellos legisladores aficionados a controlar, regular y restringir derechos (no los identificaré mejor,  pero sé que  les deben estar picando las manos) de manera que en el Congreso se llegasen a discutir  nuestra propia sopa y nuestra propia pipa. ¿Qué haría el gobierno? ¿Negociaría? ¿Buscaría acuerdos? ¿Aportaría votos en un afán de conseguir simpatías y mejorar en las encuestas? ¿Habría acuerdo entre Renovación Nacional y la Democracia Cristiana en este tema también?

Imagínese que todos los sectores pudiesen presionar para que la ley defendiese sus intereses  y prerrogativas…¿Cuáles serían las aspiraciones en juego sobre las que se desarrollaría el lobby? y ¿cuáles las disposiciones de las leyes correspondientes que se podrían aprobar? Se me ocurren algunas posibilidades:

Los libreros querrían maximizar sus ventas, ergo, postularían una  ley que  prohibiera prestar los libros a segundas  y terceras personas, de manera de aumentar las ganancias. Cada lector con su libro y fin a los préstamos sin retorno (con lo que yo podría, por fin, tener una biblioteca en mi casa).
Cada ciudadano tendría que leer sus propios diarios y revistas  y nunca los del vecino. (y habría que botarlos a la basura en bolsas selladas).
Ergo, no podría haber diarios ni revistas en las consultas médicas (a lo más calendarios).
Los cineastas conseguirían que la ley  prohibiera copiar, reproducir y contar las películas (porque conozco a varios que cuentan  películas mucho mejor de lo que son).
Los editores de DVD conseguirían que éstos no pudiesen ser vistos en grupo (lo más, en familia y nunca por más de cuatro coma dos personas, que es el tamaño promedio de la familia chilena).
Los aficionados graciosos no podrían contar los chistes de los humoristas profesionales ni en las fiestas ni en los asados sin pagar royalties.
Se acabaría el karahoke.
También las citas de pie de página
Posiblemente las entrevistas habría que pagarlas chin chin y con boleta.
La radio,  tendría que ser escuchada por separado (posiblemente con fonos como los MP3 y celulares, que por lo demás tendrían prohibidas casi todas las aplicaciones).
Los discos compactos vendrían con clave y podrían ser escuchados un número limitado de veces   (y también con fonos).
Nadie podría hablar del clima, por ser prerrogativa del Servicio de Meteorología.
Todo el que tuviese una idea original tendría que certificarla en una notaría e inscribirla después en el Conservador.
Las donaciones de órganos deberían ser redefinidas como renuncias a los derechos de autor y sujetas al trámite correspondiente.

¿Se le ocurre algo más estúpido? Pues, además de estúpido es peligroso, dado el nivel de la política que tenemos…

viernes, 20 de enero de 2012

DONAR FÁCIL, NO DONAR COMPLICADO

Todos quieren quedarse con nuestros recursos: los liberales de derecha vendiéndonos cosas, los izquierdistas quintándonos cosas. Los primeros con el mecanismo del mercado y la inducción al consumo y los segundos con regulaciones estatistas y por la vía de los impuestos. Como decía Margaret Tatcher el único parecido entre las  izquierdas y las derechas reside en que siempre contradicen sus dichos:  en tanto las primeras hablan mucho de la libertad, pero terminan por limitarla, las segundas pregonan urbi et orbi la idea de la igualdad, pero no la practican.

De cualquier manera, parece claro que las izquierdas tienen una clara  tendencia a controlar lo más posible, construyendo un Hermano Mayor como el  concebido por George Orwell en su novela “1984”. Si se trata de limitar o regular, ahí están; también si se trata de pautear el libre albedrío o de controlar los derechos más esenciales. A la vista están montones de ejemplos: desde la idea de controlar las armas, las importaciones, el gasto suntuario, la educación, el lucro, la libre iniciativa, el emprendimiento, la libertad de expresión, los medios de comunicación, las redes sociales…Elija Ud. y siempre detrás de alguna iniciativa que coaccione, coercione, limite, regule, fije, restrinja y en general, afecte la libertad personal o social, hay un personaje del tipo de Accorsi, Aguiló, Ascencio, Campos, Castro, Cornejo, Diaz, Farías, Gutiérrez (el PC), Hales, Harboe, Jiménez, Silver,  Escalona, Girardi, Lagos (el otro), Letelier…y para qué seguir, si tendrían que anotar a medio Congreso.

En el nuevo Proyecto de Ley sobre donaciones de órganos se configura   el tipo de iniciativas que encantan a los legisladores de izquierda e incluso de centro. El enunciado aplicable a la situación, podría haber dicho Orwell, sería del tipo “señáleme una decisión voluntaria y yo le crearé una dificultad normativa para su concreción”.

Con la legislación actual cada persona  puede tomar libremente la opción de donar o no donar sus órganos de varias maneras: declarándolo expresamente ante un Notario; declarándolo ante un funcionario del Registro Civil en el momento de obtener o renovar su cédula de identidad;  declarándolo expresamente ante el médico del gabinete psicotécnico de la Municipalidad al  momento de obtener o renovar su licencia de conductor de vehículos motorizados; manifestando la voluntad de donar su cuerpo por causa de muerte, expresada ante el director del hospital o clínica o su delegado, al momento de  internarse. Es decir, entera libertad, pura decisión personal, sin coacción sensible.

¿Y que propone el nuevo proyecto? Que todos los mayores de 18 años sean automáticamente donantes de órganos, por lo que no se requiere una autorización especial o trámite particular para serlo. ¿Y cual es el problema? El problema es que para ejercer su verdadera libertad, que es su derecho, Ud. tendría que efectuar un trámite notarial caro y engorroso. ¿Ve como funciona la mentalidad aludida más arriba? Eso sin contar con que se levanta el fantasma de que se fabriquen defunciones para recuperar órganos; que cabe que los cirujanos trasplantadores quieran cuidar la pega; y que los negocios encadenados, desde los laboratorios a los pilotos de aviones y helicópteros  que hacen los traslados, puedan tener su hachita que afilar.

miércoles, 18 de enero de 2012

IZQUIERDA Y DERECHA UNIDAS…

¡Bueno…no es para tanto, porque se trata sólo de la Democracia Cristiana y el Partido Renovación  Nacional! Y ni siquiera eso, porque  Walker y  Larraín,  presidentes de esas tiendas partidistas, parece que no contentan a todos con su acuerdo…En cualquier caso, un sorprendente salto de la liebre política, que ventila el ambiente…

¿La Gordi de Primer Ministro? ¿Se la imagina de pie, muy derecha, un poquitín echada para atrás, con el mentón algo tirado a la izquierda y actitud estatuaria? ¿Y se imagina al presidente sólo de adorno? Claro que no es novedad tal como están las cosas, pero ¿se lo imagina con otro personaje con mayor prestancia que el que tenemos?…En cualquier caso, la sorprendente propuesta de este atisbo de acuerdo político da esperanzas de que se pudiese llegar a acordar una reforma que abriera las puertas a un nuevo tipo de relaciones políticas. Una esperanza que sería muy difícil de materializar en un gobierno de izquierda y que se hace posible en uno de derecha sólo por la pobre perspectiva que tiene su futuro. Es un pequeño paso para Walker y Larraín, es cierto,  pero un paso enorme para la política chilena ¿Será para mejor? ¡That is the question!

Pensando en lo que me gustaría, me gustaría un Presidente con más imperio que poder, con menos exposición pública  y más posibilidad de respaldo ciudadano en buena onda. Posiblemente con menos perfil estatuario—para carne de estatua ya tuve suficiente con Lagos—y  con más vocación de componedor. En tal sentido, la figura de un Presidente separado del Jefe de Gobierno, pareciera calzar.

En términos de un sistema electoral, me gustaría uno donde la relación entre electores y elegidos fuese más cercana geográfica y socialmente hablando y en el que no hubiese las tremendas diferencias del sistema actual, donde hay representantes elegidos con tan poco como quinientos votos en tanto otros los son por cientos de miles. Preferiría el sistema  uninominal,  con un mayor número de distritos y circunscripciones y por lo tanto con más senadores y diputados gozando de dietas mucho más reducidas. Posiblemente con una proporción muy bien estudiada de diputados y senadores regionales y/o nacionales, de manera de corregir todo lo posible la distorsión que introduce la distribución desigual de la población.

En lo que se refiere a la distribución del poder, quisiera un definido aumento de las potestades regionales, con la elección del mayor número posible de sus autoridades y representantes, de manera de asegurar un incremento de la responsabilidad civil, por ahora tan  deteriorada.

En materia de recursos, quisiera una asignación de presupuestos regionales de administración  autónoma en todo aquello que compete al corto y mediano plazo, paralelos a presupuestos nacionales de largo plazo en aquellos rubros en que la administración central pueda tener una visión prospectiva más equilibrada.

Pero quisiera, también, algo que se que es imposible lograr: quisiera que las manos de los ladrones, corruptos, aprovechadores, oportunistas, explotadores, abusadores y apitutados, se mantuviesen fuera de mis bolsillos.

lunes, 16 de enero de 2012

CARA DE RISA

Siempre me molestó la sonrisa permanente en la cara del rector de la Universidad de Chile, señor Víctor Pérez. Se sonreía sostenidamente en las entrevistas televisivas, se sonreía en las manifestaciones estudiantiles y se sonreía en una proporción significativa de las fotografías en las que aparecía retratado. Me molestaba porque no sabía si se trataba de un tic nervioso, de una actitud sarcástica o una expresión de autosatisfacción extrema. Como me sucede con el ex Presidente Alwyn, cuya tendencia a sonreír siempre le ha merecido un apelativo poco piadoso, con el rector Pérez, la sonrisa estereotipada me resultaba sospechosa.

Ahora, que el Consejo de la Transparencia ha hecho públicas las rentas de las autoridades de su Universidad, como las comentó El Mercurio del domingo pasado, he venido en comprender el motivo de  la sonrisa sostenida del Rector Pérez. Yo también estaría con tremenda cara  de risa si ganara un sueldo como el suyo, pagado con los impuestos del resto de los chilenos, que ni siquiera sueñan con esas cantidades de dinero como renta. Multiplique Ud.: $8.695.603 mensuales, $104.347.236 al año… No está nada de mal, aun cuando el  Estado se lleve la tajada máxima en impuesto a la renta. Y eso que eso que lo que supimos del Rector de la Universidad de Chile   es sólo la renta, porque no sabemos nada de los pitutos anexos, pitutos que si me guío por lo que pasa en mi propia Universidad, deben equivaler por lo menos a un 20% más. Claro que si quiere asombrarse más aún, haga el ejercicio de averiguar la dieta de diputados y senadores, más sus gastos anexos (a los que seguramente ninguno hace el menor asco), multiplicándolos también por 12.

Y no me venga a decir que hay ejecutivos y empresarios que ganan todavía más, porque salvo una que otra excepción, tengo la certeza que pueden merecerse altísimos ingresos si al mismo tiempo están generando riqueza, desarrollo y dando trabajo. Y no me engaño, porque se que entre ellos deben estar representados los taumaturgos, estafadores, timadores, explotadores y los abusadores, pero me juego la cabeza que en una proporción menor que en la política y la academia.

El mismo artículo periodístico comenta las rentas de los Decanos de la Universidad de Chile y el impacto de la verdad es también “ettonante”, como dirían los franceses, que ya pasaron por esta etapa de sinceramiento de las rentas de la academia. Un decano con más de diez millones de pesos mensuales…Uff….Algo así como 55 ingresos mínimos…¡Y creíamos que el full top de los ingresos estaba en los capitanes de industria!

Creo que sincerar las rentas de las diversas instituciones, servicios y personajes, será un gran avance en la toma de conciencia de cómo somos los chilenos en la realidad económica del día a día. No me parecería extraño que en esos condominios exclusivos que obligan a las nanas a llegar a sus trabajos en minibuses  para que no se las vea por las calles; esos edificios caros en que no se les  permite usar el ascensor al piso y tienen que subir por una escalera de servicio y esos clubes empingorotados donde se las obliga a aparecer con uniforme de domésticas, los propietarios y socios tengan rentas tan elevadas, que les parezca que el resto de los chilenos, que no nos debemos confundir con ellos bajo ningún concepto, ensuciamos el paisaje.

De repente, llego a pensar, que un poco de revolución no cae mal…

domingo, 15 de enero de 2012

LA VERDAD Y LAS MALAS PALABRAS

Winston Churchill, a quien he citado varias veces en estos comentarios, decía que la verdad siempre debía ser revelada con palabras cuidadosamente escogidas y nunca con términos destemplados. “Cada vez que Ud., descuida el léxico al exponer los hechos—decía—los afectados se escudarán detrás de las eventuales ofensas, desviando la atención de lo esencial”. Lo estamos viendo en el asunto de las declaraciones del Alcalde Sabat interpretando lo ocurrido durante el paro estudiantil en el Internado Nacional Femenino de la Comuna de Ñuñoa.

No me explico porqué la prensa o la televisión, que han dado enorme cobertura a los dichos del Alcalde,  no han mostrado fotografías del estado en que se entregó esa institución educacional, para que el público se informara y formara un juicio. Después de ver cómo quedó el recinto de mi propia escuela universitaria luego de terminado el paro, luego de percibir el olor a sopapo  impregnado en muebles y murallas, incluso después de ser pintadas, tiendo a pensar que el Alcalde Sabat sin equivocarse en la especie,  haya cometido solamente el pecado de  lenguaje advertido por el señor Churchill.  Al hacerlo, ha  dado pie a los ofendidos, a la distracción políticamente correcta y a las querellas interpuestas por los sicarios legales de determinadas tiendas políticas. Por lo demás, escuchando el discurso de una de las alumnas cuestionadas con matrícula en duda, hablando de la intencionalidad y responsabilidad de la derecha en los hechos, no queda nada por adivinar.

Los medios, que están siempre a la caza de oportunidades, han aprovechado de darse un festín con el vocabulario alcaldicio. La palabra “puterío” ha sido repetida y escrita una y otra vez con fruición y tono crítico. Más hipócritamente que el Profesor Rosa—que  no garabateaba en cámara hasta que lo pillaron—los comentaristas radiales han rasgado vestiduras pontificando a su gusto a propósito del calificativo alcaldicio, sin mucha  claridad conceptual, sin verdadero interés en el fondo de los procesos que hacen la noticia y con poca responsabilidad profesional. Pero ninguno fue a cubrir el local  educacional aludido para comprobar su estado; ninguno consultó a los testigos y vecinos que afirmaban lo ocurrido. ¿Eso es periodismo, aunque sea de opinión?

Falta, solamente, que los políticos de segunda salgan a quebrar lanzas por la puridad del léxico y el honor la las alumnas cuestionadas. Deberían irse con cuidado, dada la manera de hablar de muchos de ellos, sobre todo ahora que la STASI, la CIA, el M5, la SÛRETÉ y el MOSAD quedan pálidos ante la competencia de los simples teléfonos celulares.

miércoles, 11 de enero de 2012

MAL TALANTE E IRRITABILIDAD

La Universidad en que trabajo tiene una red de calles interiores pavimentadas por las que los vehículos circulan con ciertas restricciones de velocidad gracias a lomos de toros bien espaciados y posee, también, una red paralela de senderos y vías peatonales por las que los estudiantes se movilizan entre sus clases. Siempre ha habido cierta tendencia de los peatones a moverse por las calles vehiculares, en parte por acortar camino y en parte, porque cuando llueve drenan mucho mejor que los senderos, sin que hasta hace poco, se generaran conflictos. Sin embargo, desde los paros estudiantiles, el caminar por la calles estorbando a los vehículos se ha transformado en una práctica que tiene mucho de desafío y bastante de rebeldía. No es que  los estudiantes quieran compartir el espacio vial con los automóviles, sino que lo ocupan con pachorra, molestándose si alguien osa tocar una bocina o hace señales con las luces.

En cierto modo, el asunto es un reflejo de los tiempos que corren: hay una furia y un resentimiento acumulados esperando aflorar con cualquier excusa. Es lo que hace que las disputas entre automovilistas, entre bebedores y entre cónyuges estén a la orden del día y lleguen, muchas veces, a tener consecuencias fatales. Como muestra, el otro día dos de mis vecinos más reposados se trenzaron a golpes porque la fiesta de uno incomodaba el sueño del otro, faltando poco para que la cosa se transformase en batalla campal entre el bando de los fiesteros y los durmientes.

Desde el punto de vista sociológico, me decía un entendido, se combinan en el fenómeno del mal talante y la irritabilidad  factores circunstanciales y elementos culturales. Son circunstanciales ciertas percepciones que van tomando fuerza en nuestra sociedad, alimentadas por las redes sociales y por el tratamiento que fundamentalmente la televisión da a las noticias policiales; son culturales, las disposiciones atávicas propias de la concepción romana del derecho y las creencias religiosas católicas y apostólicas, a que “alguien” es “causa”,  “pecador” o “responsable en los hechos”. En el primer aspecto nos sentimos explotados, abusados y denigrados, cuando no discriminados y despreciados por una clase social o política que se aprovecha—organización del Estado mediante—para robarnos, despojarnos y rebajarnos permanentemente. En el segundo sentimos que quienes tenían nuestra confianza—representantes populares, funcionarios, jueces y sacerdotes—nos han traicionado, abusando de nuestra confianza y nuestros niños o prevaricando gravemente.

Las sociedades más evolucionadas—curiosamente lejanas a la influencia latina y judeo cristiana—han sabido enfrentar el problema con educación y disciplina social. Franceses, ingleses, alemanes, holandeses, belgas, estadounidenses, canadienses, en fin, han sido capaces de usar sus modales como un aceite balsámico que evita el conflicto. Dan la gracias por todo, siempre aceptan cargar con el muerto (dicen “no me he explicado bien” en vez de “Ud. no me ha entendido”), piensan en el bien común y tienen conciencia de habitar en un colectivo, incluso cuando como los gringos, viven lejos unos de otros.

La migración campo-ciudad—singularmente influyente en el tamaño, nivel social y umbral cultural de nuestra sociedad en los últimos cincuenta o sesenta años—ha sido determinante en la generación del talante y la irritabilidad nacionales. La simple y muy directa fórmula rural de la resolución de los conflictos a cuchilladas se vino a la urbe, para felicidad de los noticieros de TV y desgracia de las policías, parece que para quedarse. Y si los procesos educativos son tan lentos como manifiestan los expertos, tenemos por lo menos treinta años de indignación y violencia por delante, antes de aprender a vivir bien en sociedad. ¿Y se le ocurre quiénes van a sacar dividendos de eso?

lunes, 9 de enero de 2012

EL TEATRO DE LA POLÍTICA

Según se ha comentado profusamente, en  diciembre de este año 2012 es el acabo de mundo. Para mí, que dicho acontecimiento fatal se va a adelantar, por lo menos en el panorama de la política chilena, un par de meses.  O el Gobierno o la oposición, no pasan de octubre.  Y todo indica que gane aquél o gane aquélla, a los chilenos nos va a encontrar el 21 de diciembre—fecha que fija  la profecía—peor  que nunca. Y si por casualidad se da un empate electoral, será lo mismo que ahora, que ya es bastante malo. Total, que se acabe el mundo el 21 de diciembre puede ser un mal menor.

¿Por qué le ha ido tan mal a este gobierno, cuando tenía todas las posibilidades frente al marasmo de la Concertación, simbolizado en la incapacidad de la Presidenta de reaccionar el día del terremoto?  ¿Por qué le ha ido tan mal a la oposición, cuando ha tenido tantas oportunidades frente a la falta de inteligencia política del Presidente, simbolizada en un montón de errores de los que  el mal manejo del conflicto estudiantil es sólo la guinda de la torta?

Yo creo que como en el teatro, aunque la obra elegida sea buena, en buena parte el éxito dependerá de que la nueva adaptación  que se haga de la pieza original, sea bien diferente de la adaptación anterior que se exhibió sin un éxito muy significativo hasta principios del 2010.  Un eventual  fracaso de esta nueva versión puede depender de eso, fuera que  siempre va a haber responsabilidad de la dirección, de las actuaciones y hasta de la sala y la puesta en escena.  

Mirando con perspectiva hay que convenir que la dirección de la nueva puesta en escena ha sido pésima: ni el director ni sus asistentes parecen saber nada del ritmo de la acción, ni de la construcción de los personajes, ni de la tensión dramática indispensable para mantener cautivo al espectador, ni del uso del tiempo como factor regulador y desencadenante de las emociones. En vez de eso, se lo han llevado preocupados de la venta de la taquilla—equivalente de las encuestas—y del tratamiento de la crítica—el equivalente de los medios—.

Qué decir de los actores—los buenos y los malos en la trama—que uno no se explica cómo llegaron a subirse al escenario, porque salvo un par de cómicos, los demás ni siquiera alcanzan para payasos de circo pobre. Los protagonistas del Senado y La Cámara y los actores secundarios de los partidos dan pena y uno se resiente de los enormes beneficios que se llevan para la casa—las entradas son bastante caras, especialmente para los más pobres—sin  contar con que no hay explicación para que no se produzca una renovación indispensable en un elenco tan desprestigiado.

La sala y la puesta en escena están, por otra parte, totalmente fuera de orden. Desde las normas con las que se confecciona el libreto, hasta las pautas con las que se seleccionan los actores, todo está sobrepasado y se tambalea, sostenido solamente por el interés del director y los actores, que ven que si algo cambia, el jugoso producto de la  taquilla podría caer fácilmente en otras manos.

Y en este panorama inexplicable de desidia e ineptitud, para más, se ha decidido ampliar la capacidad de la sala, pasando de poco más de ocho millones de potenciales asistentes a más de doce y medio millones, sin ningún cambio arriba ni detrás del escenario. ¿Qué se entrañan entonces que el público pueda querer incendiar el teatro?

sábado, 7 de enero de 2012

¿HAY UNA REGLA SIMPLE EN EL FENÓMENO SOCIAL?

¿Se ha preguntado alguna vez cómo se las arreglan los cardúmenes de peces o las bandadas de pájaros que vemos en la realidad o  en las filmaciones de la vida natural para evolucionar al unísono como si fuesen un solo organismo? Evidentemente es una conducta defensiva que hace que en vez de pájaros o peces inofensivos los predadores crean que se trata de algo enorme y amenazante a lo que no conviene atacar. Incluso hay un aviso de televisión en que un cardumen simulado de pequeños peces digitales parece convertirse en un peligroso tiburón.

¿Será que hay un pez o ave guía que maneja al conjunto indicando qué hacer? ¿Es que existe entre ellos un complejo protocolo de conductas que lo explica? ¿Es un comportamiento concertado maravillosamente diseñado por Dios? La verdad es que no y se trata de algo muchísimo más simple que está presente en toda la naturaleza, desde la esencia de la evolución hasta estas conductas sociales aparentemente complejas. El movimiento coordinado aparentemente milagroso es posible porque cada individuo sigue una regla, una sola regla simple que, en el caso de las bandadas y los cardúmenes, podríamos sintetizar en esta formulación “mantengo a todos mis vecinos siempre a la misma distancia”. Si no siguieran la regla, peces y pájaros chocarían unos con otros a cada momento. Nosotros hacemos lo mismo: fíjese que el tránsito peatonal y vehicular de nuestra ciudades se rige también por dos simples reglas: una, que se circula por la derecha y otra, que el que llega por la derecha tiene preferencia. Cuando no las respetamos, chocamos en calles y aceras.

He traído este tema a colación, porque la irrupción de la redes sociales—facebook y twiter—está haciendo que como nunca antes frente a la información, las personas  nos comportemos como bandadas de pájaros o cardúmenes de peces. Y como los predadores aludidos,  frente a las reacciones sociales concertadas con la ayuda de la tecnología, los políticos y  los gobernantes se desconciertan, se atemorizan y pueden perder el control.  Lo vimos en  Egipto, lo vimos en Libia, lo estamos viendo en Siria y lo hemos comprobado aquí mismo en Chile, con motivo de las manifestaciones estudiantiles, las marchas y las conductas de protesta concertadas. Posiblemente lo veamos en un futuro cercano en Cuba y hasta en China, si se extiende a esos países con libertades y derechos tan controlados, el uso libre de la red

¿Cuál será la regla simple que explica se generen las conductas sociales aludidas? Yo he estado reflexionando sobre el asunto y tengo una idea. Le doy un dato: tiene que ver conque las bandadas y los cardúmenes estén integrados por individuos discretos que vuelan o nadan. Y le apuesto mi cabeza que por lo menos la extrema izquierda, está tratando intensamente comprenderla para la eventualidad de tener que lidiar con el problema si llegan a participar de un eventual gobierno.

jueves, 5 de enero de 2012

EUFEMISMOS E HIPOCRECÍAS

Es un lugar común que los chilenos evitamos cuanto podemos llamar al pan pan y al vino vino, recurriendo a sinónimos forzados  cuando no a la simple hipocresía. Hacen caudal los ejemplos de eufemismos de uso corriente que enmascaran u ocultan situaciones que podrían describirse o denominarse con mayor franqueza: una mujer poco agraciada es “interesante”, echar a alguien de su cargo es desvincularlo y un extremista peligroso pasa por idealista. La lista de calificativos creativos es larga y divertida, pero no consigue disimular una mala costumbre nacional que a la larga tiene consecuencias morales negativas. Un amigo gringo me decía, tal vez un poco exageradamente,  que no se podía confiar en una cultura que no llamaba a las cosas por su nombre, porque los eufemismos equivalían a una mentira o a  un engaño.

La cosa tocó fondo hoy con el cambio del concepto de “régimen militar”  (aprobado a principios de diciembre del año pasado por el Consejo Nacional de Educación para substituir en textos de estudio al más crudo concepto de “dictadura” conque se aludía al Gobierno Militar 1973-1990) por el  de  “régimen militar anti democrático”.  El nuevo cambio efectuado a la carrera para satisfacer la inquietud política del progresismo (otro eufemismo),  es el numerito con que se  inaugura el flamante Ministro de Educación señor Beyer.  ¡Pobrecito él!

El nuevo calificativo, es poco eufónico y  tautológico (una tautología es  una afirmación obvia, vacía o redundante), desde el momento en que la expresión  “régimen militar” describe una situación anormal, ya que lo normal no sería “regimen” sino  “gobierno” sin apellido alguno. Si se tiene la necesidad de decir “régimen”, es que no es propiamente un gobierno sino un sistema y si se dice  “gobierno democrático”, es porque existe la posibilidad  de que haya “gobiernos no democráticos”. Y la verdad es que que sea “no democrático” o “anti democrático” hace moralmente poca diferencia. Desde mi punto de vista ha habido en Chile  gobiernos no democráticos, aún en medio de regímenes democráticos, cuestión de la que muchos tenemos clara memoria.

Yo no tengo mayor empacho ni problema con las palabras. El decir bien depende de la precisión que se quiere asegurar y de la oportunidad en que se desarrolla el discurso. Y eso no necesariamente es hipocresía aunque pueda oponerse a la franqueza extrema. Dependiendo de la circunstancia puede convenir hablar de “golpe militar” o de “pronunciamiento”, de “dictadura” o de “régimen militar” o “gobierno militar”. Pero usar la expresión  “régimen militar anti democrático” me parece un amaneramiento poco estético, además de un hipocresía olímpica, sobre todo cuando los que se van a llenar la boca con la expresión defienden al Régimen Cubano y mandan cartas de felicitación al nuevo “querido Líder” de Corea del Norte.

martes, 3 de enero de 2012

ESTATUAS Y ESTATURAS

Tuve la oportunidad de conocer a Allende, que era bajito; al General tuve ocasión de verlo de muy cerca y no  era muy  alto que digamos; asistí al matrimonio de Alwyn y debo reconocer que sí era más alto (casi del porte de mi papá a quien yo consideraba altísimo); con Frei Ruiz Tagle (tenía unos primos Frei Bolivar en mi calle) pude comprobar lo  chico que era; a Lagos, que  lo conozco  de vista (dicen que fue mi compañero de colegio, pero no lo recuerdo), es bastante bajo; la señora Bachelet (también la conocí de niña) es más bajita que Piñera, que es harto decir. Conclusión, el único que se salva es don Patricio. ¿Será que los chilenos somos chicos? ¿Qué los políticos son chicos? ¿Qué los candidatos son chicos? ¿Será una maldición nacional?

No se, pero aunque chicos todos nuestros mandatarios presentes y pasados tienen la pretensión secreta de llegar a ser estatuas. Allende, por lo menos,  lo decía abiertamente. ¿Se imagina una estatua de la presidenta? ¿Debería representársela arriba de la tanqueta? ¿Y a don Sebastián, en su helicóptero o con los bracitos abiertos acogedoramente?  A Frei Ruiz Tagle no habría necesidad de hacerle estatua porque el papá ya tiene una y mucha gente cree que son la misma persona. ¿A don Ricardo, habría que representarlo con toga y con el dedo acusador  aquel en ristre?

El problema de la baja estatura se arregla cuando se es estatua. La ventaja de las estatuas reside en que como la historia, pueden falsear la verdad sin que se note mucho. No es necesario representar a un presidente chico de su porte verdadero, ya que se puede tomar la licencia de agrandarlo un poco. Total, el bronce lo aguanta todo. El problema va a ser dónde ponerlos, porque a poco andar, la Plaza de la Constitución se sobrepoblará de estatuas presidenciales. Y Ud. sabe que cuando hay mucha oferta, el valor baja…

Y si no es cualquier cosa ubicar la estatua de un procer—mire como han movido a O’Higgins—más  complicado todavía es elegir el lugar para la efigie de un Presidente. Mire Ud., además del respeto indispensable—no  se las puede colocar en cualquier parte—está de por medio el problema de la equidad, ya que no podríamos colocar el monumento de un Presidente en un estupendo lugar y el de otro, en un rincón ahí nomás. Además, está de por medio el problema de la seguridad: con el precio del bronce, habría que tener cuidado conque no se las robaran para fundirlas, sin contar conque no se las podría colocar en los parques Forestal o Gran Bretaña, porque como Sarmiento, podrían terminar en el río Mapocho.

Se trata de un problema serio que los políticos de las diferentes tiendas  y los urbanistas debieran tener presente. Con tanto presidente vivo todavía no corremos peligro, pero ¿quién sabe qué puede ocurrir?

domingo, 1 de enero de 2012

LA FALTA DE ANTICIPACIÓN EN POLÍTICA

Parece inevitable que Camila Vallejos, con las dotes que tiene, incursione más aún en el terreno político. Creo, incluso, que sería deseable. Desaparecida de manera terrible Gladys Marín, el partido necesitaba una reemplazante y tanto mejor si es atractiva físicamente. No olvidemos que la dirigenta fallecida tenía muy bonitas piernas, pero convengamos en que  Camila la supera sacándole, además,  una buena delantera.  El partido no ha tenido suerte con los varones—basta ver a Gajardo y a Teillier—de manera que bien venga el equilibrio, así sea sólo por la estética.

En el campo de la física, son indispensables los efectos para garantizar las reacciones. Los fenómenos no se produce porque si nomás y el orden de la naturaleza no acepta sorpresas. Si Ud. quiere cambiar algo, no puede esperar que el cambio se produzca solo, sino que  tiene que desarrollar una acción que lo determine. En otras palabras, en la dimensión de la  física a una acción sigue una reacción.

Como la política no es como la física, esperar para reaccionar no es de ninguna manera lo mejor. En política  la anticipación inteligente y oportuna es mucho más rentable y estética que la reacción a posteriori, que suele verse mal. Quien se anticipa a los hechos controla las circunstancias y eso, al fin, es el objetivo de la política. Las derechas siempre han tendido a actuar reactivamente. Por eso se les llama reaccionarias y serlo puede ser la explicación de que tiendan   a gobernar por  poco tiempo. Las izquierdas, en cambio, se han inclinado  a anticipar un poquito más,  se las tilda de progresistas  y tienden a  gobernar más prolongadamente.

Reaccionar cuando uno tiene el poder no es tan malo, pero tratar de hacerlo cuando se es oposición, resulta terrible. Sólo por esa razón, en las circunstancias presentes la derecha  debería hacerlo todo por anticiparse a los hechos y no perder el gobierno el 2014, como se adivina va a ocurrir.  Y aunque no pueda evitar seguir siendo reactiva en el corto plazo, debería anticipar el largo plazo  preparando gente joven para el recambio.  Es lo que está haciendo la izquierda. Mientras eso no ocurra, un gobierno de derecha como el que tenemos, puede ser sólo una anécdota.

Si  la Camila y otros dirigentes novedosos de la izquierda entran en  la política de las ligas mayores, como todo indica va a ocurrir,  a los ojos de la ciudadanía se  van a enfrentar a fósiles y a fomes como, duele reconocerlo,  son los actuales políticos de la derecha. Porque hay que convenir que en la Alianza,  salvo por Carlos Larraín que es agudo y divertido y Golborne, que tiene la habilidad de caer parado como los gatos, no hay  nadie con  ángel ni atractivo suficiente.  Novoa y Lavín son fomes a más no poder, Allamand y Longueira son densos insoportables, Matthei se ve cada vez más abuelita y Schmidt no lo hace  mucho mejor, Hinzpeter tiene puros enemigos y pare de contar…Y no hay nadie joven, nadie renovado, nadie de aspecto atractivo, nadie con futuro.

A la vista de lo que ocurre con Piñera, que no tiene carisma ni imagen y de los fósiles mencionados, tener rostros nuevos es una cuestión de importancia estratégica de la que la derecha debería estar muy  preocupada y buscando firme,  porque como en el caso del agricultor que ha cosechado bien pero no tiene asegurada  semilla de calidad,  el año que viene puede ser la ruina.