sábado, 14 de abril de 2012

EL SIGLO DEL TITANIC

Mi padre me contó la historia del hundimiento del Titanic allá por los años 40. Le impresionaba particularmente la tragedia, porque su padre (mi abuelo) había estado en el naufragio del vapor John Elder en enero de 1892, salvándose con mucha dificultad de las heladas aguas. Su historia, evidentemente bien documentada, me produjo una gran impresión y durante años pensé cada 14 de abril en esos pobres náufragos congelándose en las agua del Atlántico Norte.

Unos años más tarde, la revista Reader’s Digest publicó un documentado artículo sobre el hundimiento, sintetizando lo que en ese momento se sabía de la noche de la tragedia, por las declaraciones de los protagonistas formuladas durante la investigación. Especialmente impactante era el episodio del vapor California, detenido por los hielos a pocos kilómetros del hundimiento. Impresionaba que sus oficiales hubiesen estado  mirando las luces del Titánic, vieran sus cohetes de auxilio y no comprendieran qué era lo que estaba ocurriendo.

Coincidió esa publicación, con el comienzo en 1953 de una serie de películas sobre el naufragio. Recuerdo “Titanic”, en blanco y negro,  premiada con varios Óscares, muy fiel en la recreación de la época, el choque con los hielos, la evidencia del pronto hundimiento y   la recreación de la angustia de esos terribles momentos. Siguió luego “Una Noche para Recordar”, creo que de 1958, con el  famoso actor británico Kenneth More, película también muy alabada, que logró recrear muy bien situaciones y personajes.
Tras  ese film,  hubo una especie de agotamiento del tema, pero a comienzos de los   años 80, la historia del barco siniestrado reapareció en  “Salven al Titanic”, cinta de dudoso valor basada en una novela igualmente inverosímil, en la que  se reflotaba al transatlántico, que volvía de las profundidades prácticamente intacto con un valioso cargamento.

El descubrimiento de los restos del navío por el oceanógrafo Robert Ballard en 1985, puso al Titanic de nuevo en la noticia, informando de la tragedia a varias generaciones que no sabían de la historia. Las fotografías espectaculares revelando que el gran navío estaba completamente destrozado, partido en dos y diseminado por el fondo marino, fueron tan impactantes como las filmaciones en  las expediciones a la luna en la década de los años 70. Más impactantes, sobre todo cuando se apreciaban los detalles de la desintegración del enorme navío y de la conservación de objetos, documentos y calzado, reposando casi 85 años en el fondo del mar.

La película de James Cameron de 1997 consiguió, finalmente, “materializar” en imágenes la noche del Titanic, con detalles tan bien representados, que seguramente tendrán la capacidad de substituir  la realidad de las pocas fotografías que se conservan  de 1912. Borró todas las dudas, terminó con todas las especulaciones y nos llevó al fondo del Atlántico, a más de 4000 metros de profundidad, donde el Titanic duerme esta noche sus primeros 100 años.

1 comentario:

  1. ¿El Papá no dijo como se llamaba el capitán que comandaba el Titanic al momento del desastre?. Escuché que se llamaba Sebastian (sin acento ya que supongo sería ingles). Del apellido no me acuerdo, y no creo que valga la pena recordarlo. ¿Sería el abuelo de nuestro Sebastián?. Mala herencia, se dedican a hundir lo que tienen a cargo.

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